jueves, 7 de julio de 2011

7.7

Yo he conocido locos de todos tipos y en todas partes. Podría montar mi propia escena final de Cinema Paradiso cambiando besos por locos. De verdad. Les he oído hablar catalán, castellano, italiano e inglés. Les he visto dejar un cuchillo en el cuarto de baño, y reírse mientras lloraban. Les he visto fantasear en acantilados y líneas amarillas. A esta parte de la verja, y a veces de la otra. Les he visto agarrarse fuerte a una botella como a la camisa de alguien que se va. He conocido algunos de 20 que se creen de 40, y al revés. Me he reído, me he asustado de que me roben, o violen, o persigan. Les he visto abrazarse, y sacar la navaja, con palabras mudas. Les he visto hablar de las voces, hablar de las vidas, hablar del camino y hasta de las partículas del sol que nos atraviesan. Les he ayudado, a veces, a caminar o hacerse entender, ya logroso milagro. Les he visto insultar, enfurecerse, y matar moscas mientras ríen. Les he visto dormir al sol de verano, coger la bici, comer sandías. Diciendo "¿Pierdo el tren? Da lo mismo" y lanzar objetos como si no hiciesen daño. Sí, todo eso lo he visto y lo he vivido. Y no, no sé qué ha pasado con las mejores mentes de mi generación.