miércoles, 14 de septiembre de 2011

14.9

Hoy he empezado el curso. Llevaba tantas horas de sueño como cafés me he hecho: dos. Así que me he vuelto una especie de tembleque con zapatos. Y así que no he hecho mucha relación social. Y como no tengo impresora, he ido a imprimir una partitura de Bach, la 1006, tanana ta ta ta ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta, que eran como 10 páginas, y después de esperar media hora la tía me saca un absurdo como al 4000% de zoom y yo me quedo mirándola y dice "Eso es lo que has enviado, será cosa del programa. Son 40 céntimos". Los he pagado y he tirado la pseudopartitura a la basura. Supongo que eso no es poesía.