lunes, 12 de diciembre de 2011

12.12

"Comieron bollos de canela y bebieron café. Ann sintió hambre de pronto y los bollos eran dulces y estaban calientes. Comió tres, cosa que agradó al pastelero. Luego él empezó a hablar. Le escucharon con atención. Aunque estaban cansados y angustiados, escucharon todo lo que el pastelero tenía que decirles. Asientieron cuando el pastelero les habló de la soledad, de la sensación de duda y de limitación que le había le había sobrevenido en sus años maduros. Les contó lo que había sido vivir sin hijos durante todos aquellos años. Un día tras otro, con los hornos llenos y vacíos sin cesar. La preparación de banquetes y fiestas. Los glaseados espesos. Las diminutas parejas de novios colocadas en las tartas de boda. Centenares de ellos, no, miles, hasta la fecha. Cumpleaños. Imagínense cuántas velas encendidas. Su trabajo era indispensable. Él era pastelero. Se alegraba de no ser florista. Era preferible alimentar a la gente. El olor era mucho mejor que el de las flores."

[Raymond Carver - Parece una tontería (Relato)]

3 comentarios:

  1. Este señor escribe como un hijo de la grandísima puta.

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  2. Estos relats són els que te trauen un somriure en moments de agobio com el que tinc ara... tinc una cosa pendent de penjar, quan s'acabe esta setmana tràgica de exàmens te avisaré, potser t'agrade.

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  3. Bé, es d'un relat de 20 pàgines que al arribar a este tros casi plore. Esperaré eixe relat. :)

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