Todo requería
desde justo al despertarse
hasta casi antes de acostarse
del uso óptimo de la memoria,
del uso del análisis formal,
de la rapidez y la fuerza,
el acierto en las decisiones,
el ingenio y la creatividad
el cuidado al cruzar la calle,
por no contar a parle,
la higiene y el pelo.
Quería echarme y no pensar,
echarme y ser acariciado.
Con suerte se dan dos cosas de la lista en un mismo día
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