"El viejo Jack rastreó las brasas con un pedazo de cartón, las juntó y luego
las esparció concienzudamente sobre el domo de carbones. Cuando el domo estuvo
bien cubierto su cara quedó en la oscuridad, pero al ponerse a abanicar el fuego
una vez más, su sombra ascendió por la pared opuesta y su cara volvió a salir
lentamente a la luz. Era una cara vieja, huesuda y con pelos. Los azules ojos
húmedos parpadearon ante el fuego y la boca babeada se abrió varias veces,
mascullando mecánicamente al cerrarse. Cuando los carbones se volvieron ascuas recostó
el cartón a la pared y, suspirando, dijo:
-Mucho mejor así, señor O'Connor."
[Efemérides en el comité (relato) - James Joyce]
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