miércoles, 8 de agosto de 2012

8.8

"En cuanto entra en la dialéctica de la frustración, el objeto real no es, en si mismo, indiferente, pero de ningún modo necesita ser específico. Aún si no es el seno de la madre, no perderá nada por ello del valor de su posición en la dialéctica sexual, de donde surge (ressort) la erotización de la zona oral. No es el objeto el que juega ahí un rol esencial, sino el hecho de que la actividad ha tomado una función erotizada sobre el plano del deseo, el cuál se ordena en el orden simbólico.

Les señalo al pasar que esto va tan lejos que es posible que, para jugar el mismo rol, no haya ningún objeto real. Se trata precisamente de lo que da lugar a una satisfacción sustitutiva de la saturación simbólica. Solo esto puede explicar la verdadera función de un síntoma como el de la anorexia mental. Ya les he dicho que la anorexia mental no es un no comer, sino un no comer nada. Insisto, esto quiere decir comer nada. Nada, es justamente algo que solo existe sobre el plano simbólico. No es un nicht esse, es un nichts essen. Este punto es indispensable para comprender la fenomenología de la anorexia mental. De lo que se trata en el detalle, es que el niño come nada, lo que es otra cosa que una negación de la actividad. De esta ausencia, saboreada como tal, él hace uso en relación a lo que tiene en frente, a saber, la madre de la que depende. Gracias a esta nada, la hace depender de él. Si no pescan esto, no podrán comprender nada, no solo de la anorexia mental, sino también de otros síntomas, y cometerán las mas grandes faltas."

[El falo y la madre insaciable - J.Lacan]

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